
Cuando empecé a hacer amigurumis, cometí muchos errores.
Si os fijáis en el mostruito rosa, os daréis cuenta. Sobre todo comparado con el oso.
El primer error: usar hilos acrílicos de mala calidad. Que puedes decir que como es para casa, es para practicar, pues da lo mismo. Pero luego resulta que tus hijos le cogen cariño, y acaba así de sobado.
Siempre es buena idea buscar materiales buenos para tus obras, porque después del tiempo que vas a invertir en hacerlos y el cariño que les pones y el orgullo con que los acabas, que por culpa de los materiales no se luzca lo que se merece, es una pena.
Segundo error: Ponerle poco relleno. Con el relleno, no hay que escatimar. Es mejor poner de más, sobre todo si el amigurumi va a necesitar algún lavado, porque el relleno tiende a apelmazarse un poco.
Tercer error: Ir al tuntún, sin buscar referentes para ver si lo hacía bien. Resultado: el mostruito está del revés. El tejido está por el revés, lo de dentro hacia afuera. Me costó varios muñecos enterarme.
Además tampoco hacía bien las disminuciones, porque ya no tenía a nadie que me dijese dónde me equivocaba.
Todos estos errores los habría podido evitar y haber aprendido más rápido si hubiera tenido más clases de ganchillo.
Por eso yo te ofrezco ahora mi ayuda profesional, para que avances sin errores y sin dudas.
O quizás ya eres artesana y quieres aprender rápidamente otras técnicas.
Yo no te ofrezco simplemente los videotutoriales. Conmigo tendrás además clases presenciales online, para ver cómo tejes y comprobar que lo haces bien. Sin los errores que yo cometí en su día. Me adapto a tu horario, porque me dedico a esto a jornada completa. Es la profesión que he elegido, para ayudarte a evadir el estrés y aumentar tu autoestima y tu creatividad.
Y me podrás preguntar todas la veces que quieras, tanto en las clases como por email o en el grupo privado.
Además de amigurumis, también hago vídeos de bisutería, macramé,…
Pásate por mi página, te espero: